Nunca pronuncié su primer apellido sin decir a continuación el segundo: Revuelta. Supongo que me sentía orgullosa de apellidarme como ella. Por eso al leer “a secas” Concha Colomer, en su obituario de El País, me costó darme cuenta de a quién estaba dirigido.
Conocí a Concha hace más de 10 años en Santander. ¡Cómo no, llamándonos las dos Revuelta teníamos que encontrarnos ahí! Me dejó impactada su inteligencia, fuerza y energía. A través de ella conocí el impresionante trabajo que se estaba haciendo desde e-leusis. Desde ese momento, he estado atenta a las noticias de “la ciudad de las mujeres”, especialmente en lo referente a los problemas de salud y la violencia de género.
La última vez que hablé con ella, ya como directora del Observatorio de Salud de las Mujeres, volví a quedarme con la sensación de estar ante una mujer extraordinaria, una mujer que en lugar de lamentarse, luchaba por cambiar las cosas cuando éstas no estaban bien.
Este blog cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia e Innovación